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Recaudar, el desvelo de los intendentes

Recaudar, el desvelo de los intendentes

No ganan para disgustos los intendentes de la provincia de Buenos Aires, jaqueados por la cada día más notoria escasez de recursos, que repercute en el desarrollo de sus políticas a nivel local.

El trasvase de fondos de Nación a Provincia y del Estado bonaerense a los 135 distritos, el esquema de coparticipación, muestra una fotografía preocupante, con una torta que ve reducir la cantidad de porciones a repartir.

A este complejo panorama se suma el impacto de la crisis, profundizada por las primeras medidas económicas que tomó el gobierno de Javier Milei: devaluación y liberación de precios, que produjo un impacto feroz sobre el poder de compra de las clases medias de nuestro país.

Un botón más para la muestra lo componen los gastos de las administraciones locales, que se vieron incrementados de manera brutal en los últimos dos meses, especialmente en combustible, materiales e insumos médicos y farmacológicos.

El impacto de la “malaria” se acrecienta y tensiona servicios esenciales como la Educación, ya que muchas familias se ven en problemas para afrontar las cuotas de las escuelas privadas. Y lo mismo ocurre con el sistema sanitario, donde los brutales incrementos de las prepagas expulsan a la gente de la medicina privada y los arroja al sector público.

La situación se vive de manera dramática en el Conurbano. Allí, el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson (Unión por la Patria), sostuvo que en su distrito subió 129% la demanda alimentaria y agregó que “el panorama es desolador”. Lo mismo ocurre en San Martín, donde el jefe comunal Fernando Moreira, también peronista, advirtió que el cuadro de inflación, recesión y retirada del Estado nacional provoca una caída de la recaudación en el municipio. "Los ingresos propios con los que contamos habitualmente se ven afectados este año en un 20% en términos reales", señaló.

El combo tiene un impacto que comienza a preocupar en las administraciones locales, donde el cumplimiento del pago a término de las tasas municipales comienza a resentirse. En diferentes niveles de profundidad, pero las señales ya disparan las alarmas.

 

En los últimos días, varios jefes comunales pusieron sobre el tapete lo que es un secreto a voces. “Entre pagar las tasas y comer, no hay mucho que pensar”, admitió un veterano alcalde del interior.

Desde Mar del Plata, el amarillo Guillermo Montenegro fue uno de los primeros intendentes en advertir la preocupante situación. En La Feliz, las tasas municipales son el principal ítem de ingresos para la comuna con $76.300 millones pautados, representando cerca del 40% de la proyección de recursos para este ejercicio, que asciende a $199.500 millones. Las más importantes son la Tasa por Servicios Urbanos (TSU) y la Tasa por Inspección en Seguridad e Higiene (TISH). La primera ya muestra signos descendentes: en enero de 2023 era del 54,4% y, en febrero de ese mismo año, 54,7%, mientras que en 2024 fue del 52,7% en enero y del 54,1% en febrero.

En General Pueyrredón, el Concejo Deliberante aprobó un incremento para este año del 120% para la Tasa de Servicios Urbanos, del 142,7% en la del GIRSU (Recolección de residuos) y de idéntico porcentaje que esta última para el tributo de Obras Sanitarias.

También ubicado en la Quinta Sección, desde el municipio de Tandil, que encabeza el radical Miguel Ángel Lunghi, revelaron que desde 2003 la recaudación en ese distrito nunca había caído por debajo del 50%. Sin embargo, tras ubicarse en 51 puntos en diciembre del año pasado, cayó bruscamente en enero, situándose en un 44 por ciento.

La crisis también golpea en Coronel Rosales, territorio donde manda el camporista Rodrigo Aristimuño. Allí registran, como dato histórico, un nivel de cobrabilidad de las tasas que se ubica entre el 50% y el 60%, con un promedio en las boletas de $ 7.000 por usuario.

Ante este sombrío panorama, desde la comuna aseguran que “se recorta todo gasto que no sea absolutamente necesario. Solamente tienen prioridad la salud y la prestación de servicios de la municipalidad”.

Los responsables de las finanzas comunales no sólo apuntan a los asalariados como únicos responsables de la caída en la recaudación. La merma brusca de las ventas a causa de la profunda recesión pone a las empresas y comercios al borde del knock out, y dejar de abonar las tasas es un bálsamo cuando las cuentas no cierran.

El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, aseguró que “todavía no tenemos una foto clara del impacto de la crisis en la recaudación del municipio. Esperaremos a que pase el primer trimestre para tener una primera impresión”. Desde el municipio del Conurbano aseguraron que enero y febrero son meses especiales, donde mucha gente se olvida de pagar, retrasa el pago por las vacaciones o hace un pago anual.

En cuanto a las medidas para contrarrestar las dificultades económicas, Valenzuela explicó que “bajamos el número de cargos jerárquicos y profundizamos un plan más sustentable de mantenimiento y acciones prioritarias, que sostiene la calidad de gestión que siempre supimos ofrecerle al vecino”.

Como ejemplo señaló que “en los festejos de Carnaval del mes pasado no contratamos a bandas masivas ni hicimos grandes gastos para su organización. Llevamos adelante un plan más austero, con bandas locales, pero sin perder la esencia de este festejo tan popular para la comunidad. Y tratamos de llevar ese esquema a otras áreas”.

El intendente de Trenque Lauquen, el radical Francisco Recoaulat, aseguró a La Tecla que “a nosotros nos tocó asumir y tener un municipio que estaba con superávit fiscal, sin deudas y con los números muy ordenados, con un resguardo económico-financiero que nos permitió afrontar estos meses de alta inflación y crisis económica y poder sostener todos los servicios públicos”.

El alcalde de Juntos explicó que “la situación económica financiera del municipio es estable, aunque preocupa un poco el hecho de que el aumento de la Coparticipación no está acompañando los índices inflacionarios y eso hace que la reserva económica que teníamos se vaya achicando. En ese aspecto, también tuvimos una actualización de tasas a partir del mes de febrero. En el primer mes de recaudación por tasas se vio que se mantuvo prácticamente con los valores históricos en algunas de ellas pero en otras tuvimos alguna caída de cobrabilidad de uno o dos puntos. No pusimos una actualización tan grande, fue por debajo de la inflación del año pasado y la caída en la recaudación fue solamente de 1% o 2%. Incluso tenemos alguna tasa como la Vial que se mantuvo en valores históricos”. El jefe comunal de la Cuarta Sección electoral señaló, además, que el municipio tiene en funcionamiento todas las obras que estaban en marcha, y sostuvo que “iniciamos dos obras que estaban con los convenios firmados y no iniciados. Luego tenemos algunas que fuimos presupuestando, que están para hacerse con fondos municipales, y que aún no las hemos iniciado.

En cuanto a las medidas de restricción que están tomando, Recoulat dijo: “Estamos haciendo un estricto control del gasto, para cada uno buscamos tener varios presupuestos, porque en este momento de alta inflación hay distorsión en los precios. Preferimos ir avanzando de a poco en la ejecución presupuestaria porque no sabemos cuándo se va a acomodar la economía. Por ahora estamos en una situación económica justa, pero si no se acomoda la economía va a ser un poco preocupante para todos”.

Preocupación es la que manifiesta el peronista Ariel Sujarchuk. El alcalde de Escobar aseguró que “el municipio, como las familias, compra alimentos, remedios, ropa, pero en grandes cantidades. Los costos se incrementaron por la inflación, porque están atados al dólar. Tenemos un incremento exponencial de costos contra una doble caída: la de la recaudación y la de Coparticipación. En el caso de las tasas, el jefe comunal de UP sostuvo que “vos no podés aumentarlas al ritmo del costo de vida, porque no te las paga nadie, y no se sostiene la recaudación porque hay gente que no las puede pagar por falta de recursos”.

Al respecto, explicó que la baja en el cobro de tasas se puede cuantificar “alrededor del 20%”, añadiendo que esta merma se suma a la de la Coparticipación, que “cae por la recesión la nacional y lo mismo sucede con la provincial, por la baja en Ingresos Brutos. Por lo tanto, tu componente presupuestario está basado en recursos propios”. Sujarchuk detalló que en su municipio del Conurbano la proporción de recursos es 70% coparticipación y el 30% restante por cobro de tasas, notándose una disminución en el nivel de cobrabilidad, especialmente en Alumbrado, barrido y limpieza (ABL) y la Tasa General de Servicios.

En referencia a las medidas de austeridad que implementa la comuna para afrontar la crisis económica, el intendente señaló que “estamos posponiendo decisiones de obras grandes hasta que se aclare el panorama económico”, y refirió que “las nacionales están todas paralizadas, las provinciales algunas siguieron y otras no y hay tres municipales que se desarrollan de acá a tres meses”.

El jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray, reconoció que la recaudación por tasas “está sostenida, con una leve baja”, y explicó que “nosotros estamos con un plan de máxima austeridad, con los servicios esenciales. Tenemos una planta muy chica, no obstante hemos tratado de ajustar todo, maximizando los recursos y derivando otros que tenemos, fundamentalmente a las áreas de Salud, Desarrollo Social y apoyo educativo”.

El intendente de Unión por la Patria agregó que “las obras de Nación están suspendidas, no tenemos grandes obras de la Provincia, por lo que las que podemos hacer con nuestros recursos son muy elementales, de mantenimiento básico”. Entre otras iniciativas, la comuna brinda un beneficio que alcanza el 40% de descuento para los vecinos que efectúen por anticipado el pago anual del Tributo Municipal por la Propiedad y no tengan deuda al 31 de diciembre de 2023. Además, por pago anticipado, reciben un descuento del 20%.

En otro orden, Gray puso en marcha el Programa Invertí, por el cual las empresas que se radiquen en ese distrito quedan eximidas del 100% de las tasas municipales por 10 años, siempre y cuando contraten mano de obra local. El alcalde describió que “estamos dando más asistencia social y no estamos recibiendo apoyo nacional, desde fines de diciembre que no hemos recibido nada y estamos dando ayuda alimentaria con fondos municipales. También se observa una leve rematriculación en escuelas públicas, mayor asistencia en los comedores, especialmente los escolares, y también en el hospital.

“Siempre cuando hay crisis lo primero que la gente deja de pagar son las tasas. Entre darle de comer a sus hijos o pagar un medicamento y pagar las tasas, evidentemente estas no son prioridad”, aseguró el intendente de Junín, Pablo Petrecca. El alcalde del PRO añadió que “a nosotros nos está bajando mucho la recaudación, estamos en 10 puntos menos que la recaudación de enero del año pasado. Me refiero a la de Servicios Públicos, que es el equivalente al ABL, y el agua, que son dos servicios fundamentales. Después tenemos la parte de la red vial del campo que también bajó, pero no tanto, no en la misma proporción y la TISH (Seguridad e Higiene), que es la tasa al sector productivo, que baja porque bajan las ventas, entonces hay menor base imponible”.

 El jefe comunal de la Cuarta evaluó que “las tasas son clave. Nosotros arrancamos en el 2015 con una proporción de 70% de Coparticipación y 30% de tasas, luego hicimos modificaciones y como a partir de 2019 no tuvimos acompañamiento de Nación y Provincia, esa ecuación se revirtió y hoy estamos con esos porcentajes, pero al revés”. En tal sentido, el alcalde de Juntos explicó que esto ocurre porque “hace dos años consecutivos que la Provincia nos viene bajando el coeficiente de coparticipación, sumado a que la recaudación provincial también bajó, con lo cual la torta para repartir es más chica. La gente no paga las tasas, hay más necesidades y eso lo termina cubriendo el municipio, que es la primera puerta que golpea el vecino”. En cuanto a los recortes que debió realizar, Petrecca refirió que “desde el año pasado armamos el de 2024 como un presupuesto de achique, de ajuste. Suspendimos grandes eventos, de importancia regional y multitudinarios; achicamos estructura, sobre todo secretarías, subsecretarías, direcciones; y dejamos de alquilar varias dependencias municipales que teníamos. Y ahora le pedí a todo el gabinete que me arme un plan de ajuste por los próximos seis meses para poder poner el foco en los servicios básicos”.

Por último, mencionó que “también estamos achicando algunas frecuencias del transporte público los días domingos, que no hay tanto movimiento, para privilegiar lo referido a la escuela y el flujo en días laborables”.

 

Fuente: La Tecla

 

 

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